libro The Bonehunters: Book Six Of The Malazan Book Of The F

-Titulo Original : The Bonehunters: Book Six Of The Malazan Book Of The Fallen (Malazan Book Of The Fallen, 6)

-Fabricante :

Tor Fantasy

-Descripcion Original:

Acerca del autor Steven Erikson es arqueólogo y antropólogo y se graduó en el Taller de Escritores de Iowa. Su serie Malazan Book of the Fallen, que incluye The Crippled God, Dust of Dreams, Toll the Hounds y Reaper s Gale, ha sido aclamada internacionalmente y lo ha establecido como una voz importante en el mundo de la ficción fantástica. El primer libro de la serie, Gardens of the Moon, fue preseleccionado para un World Fantasy Award. La segunda novela, Deadhouse Gates, fue votada como una de las diez mejores novelas de fantasía de 2000 por SF Site. Vive en Canadá. --Descripción del producto El sexto libro de la épica Malazan Book of the Fallen del exitoso autor Steven Erikson The Seven Cities Rebellion ha sido aplastado. Shaik está muerto. Queda una última fuerza rebelde, atrincherada en la ciudad de YGhatan y bajo el mando fanático de Leoman of the Flails. La perspectiva de asediar esta antigua fortaleza inquieta al 14º Ejército de Malaz, cansado de la batalla. Porque fue aquí donde el mayor campeón del Imperio, Dassem Ultor, fue asesinado y se derramó una marea de sangre de Malaz. Un lugar de presagios, su olor es a muerte. Pero en otros lugares, los agentes de un conflicto mucho mayor han dado sus primeros pasos. Al Dios Tullido se le ha concedido un lugar en el panteón, un cisma amenaza y hay que elegir bando. Independientemente de lo que decida cada dios, las reglas básicas han cambiado, irrevocablemente, aterradoramente y la primera sangre derramada será en el mundo de los mortales. Un mundo en el que una gran cantidad de personajes, familiares y nuevos, incluidos Heboric Ghost Hands, el poseído Apsalar, Cutter, una vez ladrón ahora asesino, el guerrero Karsa Orlong y los dos antiguos vagabundos Icarium y Mappo, cada uno en busca de tal el destino como ellos mismos podrían diseñar con sus propias manos, guiados por su propia voluntad. Ojalá los dioses los dejaran en paz. Pero ahora que los cuchillos han sido desenvainados, los dioses no están dispuestos a ser amables. Habrá guerra, guerra en los cielos. ¿Y el premio? Nada menos que la existencia misma... Aquí está el sorprendente nuevo capítulo del magnífico Libro de los caídos de Malazan de Steven Erikson, aclamado como una epopeya de la imaginación y reconocido como un clásico de la fantasía en ciernes. Reseña Verdaderamente épico en alcance. Erikson no tiene igual en lo que respecta a la acción y la imaginación, y se une a las filas de Tolkien y Donaldson en su visión mítica y quizás luego lo haga mejor. ?SF Site Raro es el escritor que combina con tanta fluidez una sensación de poder mítico y profundidad del mundo con personajes completamente realizados y acción emocionante, pero Steven Erikson lo maneja espectacularmente. ?Michael A. Stackpole Extraordinariamente agradable... Erikson es un maestro de épocas perdidas y olvidadas, un tejedor de epopeyas antiguas. ?Salón**** Extracto. © Reimpreso con autorización. Reservados todos los derechos. Los cazadores de huesos Libro seis de El libro de los caídos de MalazPor Erikson, Steven Tor FantasyCopyright © 2008 Erikson, Steven Todos los derechos reservados. ISBN: 9780765348838 Capítulo 1 Vientos díscolos habían levantado el polvo en el aire ese mismo día, y todos los que entraron por la puerta interior oriental de Ehrlitan estaban cubiertos, ropa y piel, con el color de las colinas de arenisca roja. Comerciantes, peregrinos, conductores y viajeros aparecieron ante los guardias como conjurados, uno tras otro, de la neblina arremolinada, con las cabezas inclinadas mientras caminaban penosamente hacia la puerta a sotavento, los ojos entrecerrados detrás de los pliegues de lino manchado. Las cabras cubiertas de óxido tropezaban detrás de los arrieros, los caballos y los bueyes llegaban con las cabezas caídas y anillos de costra arenosa alrededor de las fosas nasales y los ojos, los carromatos silbaban mientras la arena se deslizaba entre las desgastadas tablas de los lechos. Los guardias observaban, pensando solo en el final de su guardia, y en los baños, las comidas y los cuerpos calientes que seguirían como recompensa adecuada por los deberes cumplidos. Se notó a la mujer que entró a pie, pero por todas las razones equivocadas. Enfundada en sedas ceñidas, con la cabeza envuelta y el rostro oculto bajo un pañuelo, merecía sin embargo una segunda mirada, aunque solo fuera por la gracia de su paso y el balanceo de sus caderas. ...