-Titulo Original : El Canon Oscuro: Una Novela (Spanish Edition)
-Fabricante :
Bantam
-Descripcion Original:
Cuando Gaylord Riley se alejo de la banda de Coburn, llevaba dinero y un sueño. Trabajo duro y construyo una cabaña, reunio una manada de reses y se enamoro de Marie Shattuck. Pero al enfrentar falsas acusaciones de robo de ganado y asesinato, Riley se v e obligado a defender su nuevo estilo de vida de ciudadano respetuoso de la ley. Superado en numero, y de cara a un escuadron de linchamiento, Riley se sorprende cuando sus viejos amigos regresan a darle una mano. ¿Pero como podran ayudarle sin que los atrapen y los metan a la carcel? Con el sheriff local que ya sospecha de Riley, la banda de Coburn tendra que tener buenos planes y actuar con rapidez. Pero eso no le sera dificil. Fue haciendo justamente eso como se ganaron su reputacion About the Author Nuestro mas importante narrador de historias del Oeste ha fascinado a toda la nacion con sus cronicas de aventuras de los valientes hombres y mujeres que poblaron la frontera norteamericana. Se han impreso mas de 300 millones de copias de sus libros en el mundo entero. Excerpt. © Reprinted by permission. All rights reserved. CAPÍTULO 1 CUANDO JIM COLBURN llego a caballo al escondite al atardecer, no estaba solo. Un joven escualido cabalgaba con el, un muchacho de caderas estrechas y de pecho y hombros anchos y huesudos. El viejo revolver calibre .44 de la armada parecia demasiado grande para el, a pesar de su estatura. Jim Colburn bajo del caballo y miro a Kehoe, Weaver y Parrish. Era un hombre rudo que actuaba sin rodeos, y lo reconocian como su jefe. -Este es Gaylord Riley-dijo-. Cabalga con nosotros. Parrish estaba revolviendo frijoles, y se limito a levantar la vista, sin decir nada. Weaver intento objetar, pero al ver la expresion de los ojos de Colburn se arrepintio; aunque estaba furioso. Desde el principio habian sido solo cuatro, sin ningun forastero invitado. Lo que tenian que hacer lo hacian con cuatro hombres, o lo olvidaban. Kehoe dejo caer su cigarrillo y lo aplasto con la punta del pie, incrustandolo en la arena. -Buenas, muchacho-dijo. Comieron en silencio, pero cuando terminaron, el muchacho se levanto y ayudo a Parrish a recoger las cosas. Nadie dijo nada hasta despues de que Colburn se quito una bota y empezo a masajear su pie; entonces fue el quien hablo: -Quede acorralado. Él me saco de ahi. Al amanecer salieron, y empezaron a avanzar cautelosamente por el camino. Cuatro forajidos endurecidos, experimentados y un muchacho delgado, huesudo, montado en un bayo medio muerto. Kehoe era un hombre delgado y de actitud perezosa; Parrish era de contextura gruesa, muy callado; mientras que Weaver era un hombre brusco, que hoy habia amanecido furioso. Jim Colburn, su jefe en todos los aspectos, era muy diestro con la pistola. Todos lo eran. El disgusto de Weaver por la presencia del extraño era evidente, pero nada fue dicho hasta cuando se detuvieron en el arroyo a las afueras del pueblo. -Manejaremos esto como siempre-dijo Colburn-. Parrish con los caballos, Weaver y Kehoe conmigo. Weaver ni siquiera volteo a mirar. -¿Que hara el? -Él cabalgara hasta ese gran alamo y bajara del caballo. Se quedara alli hasta que pasemos y, si hay disparos, nos cubrira. -Eso requiere valor. Gaylord Riley miro a Weaver. -Eso es lo que tengo-dijo. Weaver lo ignoro. -Hasta ahora, nunca te has equivocado, Jim-dijo, y cabalgaron hacia el pueblo. Riley bajo del caballo y se puso a revisar la cincha, de pie detras del animal, pero con buena visibilidad de la calle. El banco estaba a unos doscientos metros, y a esta temprana hora, la calle estaba vacia. Cuando Colburn, Weaver y Kehoe salieron del banco y montaron sus caballos, la calle seguia vacia. Habian recorrido aproximadamente la mitad de la distancia hasta el punto donde esperaba Gaylord Riley, cuando el banquero salio corriendo del banco, gritando. Llevaba un rifle, y lo levanto para disparar.
-Fabricante :
Bantam
-Descripcion Original:
Cuando Gaylord Riley se alejo de la banda de Coburn, llevaba dinero y un sueño. Trabajo duro y construyo una cabaña, reunio una manada de reses y se enamoro de Marie Shattuck. Pero al enfrentar falsas acusaciones de robo de ganado y asesinato, Riley se v e obligado a defender su nuevo estilo de vida de ciudadano respetuoso de la ley. Superado en numero, y de cara a un escuadron de linchamiento, Riley se sorprende cuando sus viejos amigos regresan a darle una mano. ¿Pero como podran ayudarle sin que los atrapen y los metan a la carcel? Con el sheriff local que ya sospecha de Riley, la banda de Coburn tendra que tener buenos planes y actuar con rapidez. Pero eso no le sera dificil. Fue haciendo justamente eso como se ganaron su reputacion About the Author Nuestro mas importante narrador de historias del Oeste ha fascinado a toda la nacion con sus cronicas de aventuras de los valientes hombres y mujeres que poblaron la frontera norteamericana. Se han impreso mas de 300 millones de copias de sus libros en el mundo entero. Excerpt. © Reprinted by permission. All rights reserved. CAPÍTULO 1 CUANDO JIM COLBURN llego a caballo al escondite al atardecer, no estaba solo. Un joven escualido cabalgaba con el, un muchacho de caderas estrechas y de pecho y hombros anchos y huesudos. El viejo revolver calibre .44 de la armada parecia demasiado grande para el, a pesar de su estatura. Jim Colburn bajo del caballo y miro a Kehoe, Weaver y Parrish. Era un hombre rudo que actuaba sin rodeos, y lo reconocian como su jefe. -Este es Gaylord Riley-dijo-. Cabalga con nosotros. Parrish estaba revolviendo frijoles, y se limito a levantar la vista, sin decir nada. Weaver intento objetar, pero al ver la expresion de los ojos de Colburn se arrepintio; aunque estaba furioso. Desde el principio habian sido solo cuatro, sin ningun forastero invitado. Lo que tenian que hacer lo hacian con cuatro hombres, o lo olvidaban. Kehoe dejo caer su cigarrillo y lo aplasto con la punta del pie, incrustandolo en la arena. -Buenas, muchacho-dijo. Comieron en silencio, pero cuando terminaron, el muchacho se levanto y ayudo a Parrish a recoger las cosas. Nadie dijo nada hasta despues de que Colburn se quito una bota y empezo a masajear su pie; entonces fue el quien hablo: -Quede acorralado. Él me saco de ahi. Al amanecer salieron, y empezaron a avanzar cautelosamente por el camino. Cuatro forajidos endurecidos, experimentados y un muchacho delgado, huesudo, montado en un bayo medio muerto. Kehoe era un hombre delgado y de actitud perezosa; Parrish era de contextura gruesa, muy callado; mientras que Weaver era un hombre brusco, que hoy habia amanecido furioso. Jim Colburn, su jefe en todos los aspectos, era muy diestro con la pistola. Todos lo eran. El disgusto de Weaver por la presencia del extraño era evidente, pero nada fue dicho hasta cuando se detuvieron en el arroyo a las afueras del pueblo. -Manejaremos esto como siempre-dijo Colburn-. Parrish con los caballos, Weaver y Kehoe conmigo. Weaver ni siquiera volteo a mirar. -¿Que hara el? -Él cabalgara hasta ese gran alamo y bajara del caballo. Se quedara alli hasta que pasemos y, si hay disparos, nos cubrira. -Eso requiere valor. Gaylord Riley miro a Weaver. -Eso es lo que tengo-dijo. Weaver lo ignoro. -Hasta ahora, nunca te has equivocado, Jim-dijo, y cabalgaron hacia el pueblo. Riley bajo del caballo y se puso a revisar la cincha, de pie detras del animal, pero con buena visibilidad de la calle. El banco estaba a unos doscientos metros, y a esta temprana hora, la calle estaba vacia. Cuando Colburn, Weaver y Kehoe salieron del banco y montaron sus caballos, la calle seguia vacia. Habian recorrido aproximadamente la mitad de la distancia hasta el punto donde esperaba Gaylord Riley, cuando el banquero salio corriendo del banco, gritando. Llevaba un rifle, y lo levanto para disparar.
