Arriba

Libro : El Otoño Del Patriarca / The Autumn Of The...

Modelo 0747576X
Fabricante o sello Vintage Espanol
Peso 0.24 Kg.
Precio:   $49,559.00
Si compra hoy, este producto se despachara y/o entregara entre el 13-05-2025 y el 21-05-2025
Descripción
-Titulo Original : El Otoño Del Patriarca / The Autumn Of The Patriarch (Spanish Edition)

-Fabricante :

Vintage Espanol

-Descripcion Original:

This one of the most important novels written by this author which everyone must read. About the Author Gabriel Garcia Marquez, nacido en Colombia, fue una de las figuras mas importantes e influyentes de la literatura universal. Ganador del Premio Nobel de Literatura, fue ademas cuentista, ensayista, critico cinematografico, autor de guiones y, sobre todo, intelectual comprometido con los grandes problemas de nuestro tiempo, en primer termino con los que afectaban a su amada Colombia y a Hispanoamerica en general. Maxima figura del realismo magico, fue en definitiva el hacedor de uno de los mundos narrativos mas densos de significados que ha dado la lengua española en el siglo xx. Entre sus obras mas importantes se encuentran las novelas Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba, Cronica de una muerte anunciada, La mala hora, El general en su laberinto, El amor en los tiempos del colera, Memoria de mis putas tristes, el libro de relatos Doce cuentos peregrinos, la primera parte de su autobiografia, Vivir para contarla, y sus discursos reunidos, Yo no vengo a decir un discurso. Fallecio en 2014. Excerpt. © Reprinted by permission. All rights reserved. Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad desperto de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza. Solo entonces nos atrevimos a entrar sin embestir los carcomidos muros de piedra fortificada, como querian los mas resueltos, ni desquiciar con yuntas de bueyes la entrada principal, como otros proponian, pues basto con que alguien los empujara para que cedieran en sus goznes los portones blindados que en los tiempos heroicos de la casa habian resistido a las lombardas de William Dampier. Fue como penetrar en el ambito de otra epoca, porque el aire era mas tenue en los pozos de escombros de la vasta guardia del poder, y el silencio era mas antiguo, y las cosas eran arduamente visibles en la luz decrepita. A lo largo del primer patio, cuyas baldosas habian cedido a la presion subterranea de la maleza, vimos el reten en desorden de la guardia fugitiva, las armas abandonadas en los armarios, el largo meson de tablones bastos con los platos de sobras del almuerzo dominical interrumpido por el panico, vimos el galpon en penumbra donde estuvieron las oficinas civiles, los hongos de colores y los lirios palidos entre los memoriales sin resolver cuyo curso ordinario habia sido mas lento que las vidas mas aridas, vimos en el centro del patio la alberca bautismal donde fueron cristianizadas con sacramentos marciales mas de cinco generaciones, vimos en el fondo la antigua caballeriza de los virreyes transformada en cochera, y vimos entre las camelias y las mariposas la berlina de los tiempos del ruido, el furgon de la peste, la carroza del año del cometa, el coche funebre del progreso dentro del orden, la limusina sonambula del primer siglo de paz, todos en buen estado bajo la telaraña polvorienta y todos pintados con los colores de la bandera. En el patio siguiente, detras de una verja de hierro, estaban los rosales nevados de polvo lunar a cuya sombra dormian los leprosos en los tiempos grandes de la casa, y habian proliferado tanto en el abandono que apenas si quedaba un resquicio sin olor en aquel aire de rosas revuelto con la pestilencia que nos llegaba del fondo del jardin y el tufo de gallinero y la hedentina de boñigas y fermentos de orines de vacas y soldados de la basilica colonial convertida en establo de ordeño. Abriendonos paso a traves del matorral asfixiante vimos la galeria de arcadas con tiestos de claveles y frondas de astromelias y trinitarias donde estuvieron las barracas de las concubinas, y por la variedad de los residuos domesticos y la cantidad de las
    Compartir en Facebook Comparta en Twitter Compartir vía E-Mail Share on Google Buzz Compartir en Digg