-Titulo Original : Los Sueños
-Fabricante :
CreateSpace Independent Publishing Platform
-Descripcion Original:
AL INGRATO Y DESCONOCIDO LECTOR Eres tan perverso, que ni te obligue llamandote pio, benevolo ni benigno en los mas discursos porque no me persiguieses, y, ya desengañado, quiero hablar contigo claramente. Este discurso es del infierno. No me arguyas de maldiciente, porque digo mal de los que hay en el, pues no es posible que haya dentro nadie que bueno sea. Si te parece largo, en tu mano esta: toma el infierno que te bastare y calla. Y si algo no te parece bien, o lo disimula piadoso o lo enmienda docto. Que errar es de hombres y ser herrado de bestias o esclavos. Si fuere oscuro, nunca el infierno fue claro; si triste y melancolico, yo no he prometido risa. Solo te pido, lector, y aun te conjuro por todos los prologos, que no tuerzas las razones ni ofendas con malicia mi buen celo. Pues, lo primero, guardo el decoro a las personas, y solo reprendo los vicios, murmuro los descuidos y demasias de algunos oficiales, sin tocar en la pureza de los oficios, y, al fin, si te agradare el discurso, tu te holgaras, y si no, poco importa: que a mi de ti ni de el se me da nada. Vale. DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.
-Fabricante :
CreateSpace Independent Publishing Platform
-Descripcion Original:
AL INGRATO Y DESCONOCIDO LECTOR Eres tan perverso, que ni te obligue llamandote pio, benevolo ni benigno en los mas discursos porque no me persiguieses, y, ya desengañado, quiero hablar contigo claramente. Este discurso es del infierno. No me arguyas de maldiciente, porque digo mal de los que hay en el, pues no es posible que haya dentro nadie que bueno sea. Si te parece largo, en tu mano esta: toma el infierno que te bastare y calla. Y si algo no te parece bien, o lo disimula piadoso o lo enmienda docto. Que errar es de hombres y ser herrado de bestias o esclavos. Si fuere oscuro, nunca el infierno fue claro; si triste y melancolico, yo no he prometido risa. Solo te pido, lector, y aun te conjuro por todos los prologos, que no tuerzas las razones ni ofendas con malicia mi buen celo. Pues, lo primero, guardo el decoro a las personas, y solo reprendo los vicios, murmuro los descuidos y demasias de algunos oficiales, sin tocar en la pureza de los oficios, y, al fin, si te agradare el discurso, tu te holgaras, y si no, poco importa: que a mi de ti ni de el se me da nada. Vale. DON FRANCISCO DE QUEVEDO VILLEGAS.

